Volví,
recorrí mi cuerpo y fui dueño de mi
Voy directo
a tus manos, manos de piedras
Que dejan
huellas en mis piernas
Que
lastiman mi andar
Con los
ojos llenos de mentiras
Tu sombra
aterra mis mañanas
Tu amor
raja mis sabanas
Y solo me
queda recibirte una vez más
Tus armas,
calientes saben mi nombre
Tu cuerpo
me pide y no sabe de permisos
Mis jadeos
y mis plegarias ya no son escuchados
Solo eres
dueño de mí, esta noche
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